Reseña: ¡Tenemos una granja! - Ester G. Escobar

Hola Olímpicos, ¿Cómo van?

Antes de iniciar, le quiero ofrecer una disculpa a la autora, Ester G. Escobar, por retrasarnos un poquito en sacar esta reseña. En compensación, Dioniso te mandará un año de vino gratis, jaja. 

Una vez dicho eso, ¡entremos en materia!

La reseña de hoy es del libro "¡Tenemos una granja!, de Ester G. Escobar.

 Cuando Apolo me pidió que reseñara este libro, leí el título y dije "Agh, granjas. ¡Noooo! No son mis favoritas". Sin embargo, mi curiosidad ganó y de una vez fui a Goodreads a leer su sinopsis... Esto fue con lo que me encontré

La madre de Álvaro y Serena acaba de fallecer, dejándoles huérfanos, recibiendo en herencia el que había sido su hogar familiar, una granja en Ródenas, Teruel. Pero solo podrán heredarla con una condición: convivir en ella durante al menos seis meses. Los dos hermanos tienen su vida construida en Barcelona. Aun así, deciden emprender esta nueva aventura por motivos bien distintos y encarando la situación de modo muy diferente. Serena, como una oportunidad; Álvaro, como una obligación. Esta aventura les llevará a conocer a personas encantadoras como Lucía, Diego o la pequeña Andrea, y les pondrá en situación de conocerse mejor a sí mismos, y decidir por qué están dispuestos a luchar. ¿Se convertirá el pequeño pueblo de Ródenas en algo más que una aventura para ellos?

 

Una vez que leí la sinopsis, fue como "Okay, okay. Se ve interesante", así que esa misma noche inicié a leerlo.

Para mi grata sorpresa, debo admitir que lo acabé en menos de 24 horas, algo que hace demasiado tiempo no sucedía con otras lecturas. 

El libro nos cuenta la historia de Serena y Álvaro, un par de hermanos quienes han quedado huérfanos.

A raíz de la muerte de su madre, esta les ha heredado una granja, la cual se encuentra en un pequeño pueblo bastante alejado de la ciudad donde viven.

 

Como cada uno de ellos ya tenía su propia vida formada y trabajos en la gran ciudad de Barcelona, la primera idea que se les viene a la mente es sencilla y práctica: Vendemos la granja y nos dividimos el dinero. Pero sorpresivamente, descubren que su madre dejó una cláusula en el testamento: Para que puedan heredar la granja y el dinero en sus cuentas bancarias, tienen que vivir seis meses en la granja, juntos.

En ese punto pensé “De seguro los hermanos se llevaban mal y el deseo de su madre era que vivieran juntos, para que su relación se consolidara.", pero al avanzar unas cuantas páginas más, nos damos cuenta de que en realidad ellos tienen una buena relación de hermanos.

Me agradó mucho descubrir esto último, que nuestros protagonistas tuvieran una buena relación, porque hasta el momento creía que el libro era bastante cliché; cosa que descarté definitivamente en el momento en el que descubrí el porqué de que la mamá dejara dicha cláusula en el testamento. Esto borra toda idea de una historia cliché.

Luego de que los hermanos, por ciertas circunstancias aceptan irse a la famosa granja, y no, no por voluntad propia, sino porque la situación los empujó a eso, se encuentran con otra sorpresa. La granja no es un negocio funcional, sino todo lo contrario, está a punto de quebrar. 

Serena y Álvaro van a tener que comenzar a socializar con la gente del pueblo, conocerlos, aprender sobre los quehaceres de una granja, y lo más importante, idear un plan para sacar el lugar a flote. Y bueno, siento que ya les conté demasiado, más bien.

Si quieres saber qué sucede con los locos planes de Serena y su hermano, vas a tener que leer el libro, ya que soy anti-spoilers.

Ahora, vamos con los personajes:

Inicialmente se nos presenta a Serena, la protagonista.

Podríamos decir que ella es la típica chica de ciudad.

Con mucho esfuerzo consiguió tener su propia revista. Siempre se la puede encontrar en restaurantes, hoteles y tiendas de moda, entre otros, para poder realizar su columna de "Serena in the city", sección primordial en su revista.

Serena es una persona de ideas locas y cuando se le mete un plan en la cabeza, nadie la puede disuadir de llevarlo a cabo; nadie, literalmente.

Su personaje me agradó muchísimo, me sacó demasiadas risas. 

Por otro lado tenemos a Álvaro, nuestro protagonista.

Es guapo, trabajador y testarudo. Hermano mayor de Serena. A veces me daban ganas de meter mis manos en la pantalla del teléfono (libro digital) y darle un buen merecido golpe en la cara. Decirle "¡Vamos, reacciona! ¿Es que no lo ves?"

En este punto, probablemente se deben estar preguntando "¿es un libro de romance, pero no has hablado del amor en ningún momento? Bueno, aquí es donde entra Diego y Lucía. Dos personajes increíbles y divertidos, a los que terminarás amando.

El libro, aunque está catalogado como romance, no es una historia extremadamente rosa, pero contiene lo justo y necesario para hacerlo un romance. 

A medida que te adentras en la lectura, te sacará suspiros y risas. Te mantendrá pegada a las páginas, hasta que se acabe.

Me encantó el hecho de que la autora lleva dos historias de amor; la de Serena y la de Álvaro y cada historia es diferente, a su manera. 

Encontré cierto equilibrio, cuando las cosas con Álvaro y su amada están tranquilas, las cosas con Serena y su vecino están en lo mejor (o viceversa). Es como toda una montaña rusa de sentimientos... De pronto subes y luego estás cayendo en picada. A veces, apenas estás procesando el dolor de un personaje, cuando el otro por fin obtiene un beso. Así que sí, es completamente genial. 

Para finalizar, la narrativa del libro es muy buena. Es una historia súper rápida de leer. Cuando me di cuenta, eran las cuatro de la mañana y había leído casi doscientas páginas.

Si han leído mis reseñas anteriores, sabrán que siempre me gusta señalar algo donde se podría haber dado un poquito más. Sin embargo, en este caso no tengo nada negativo que decir. No es cansado de leer, no es demasiado rosa, no es aburrido y no tiene partes tediosas. Ester hizo un trabajo increíble con este libro, felicidades.

Cien por ciento recomendado.