Reseña: Donde El Sol Nunca Ha Brillado - Jenifer N. Luna

«Cuanto más examinamos una historia, más triste se vuelve»

-Nikolai Gogol

 

 

“¿Estarás en ese lugar entre los pinos, ahí donde el aire gélido te hace sentir mejor?” La perfecta familia que Jacinto creía tener se ha desvanecido por el anhelo de libertad de Angélica. Ahora, no sabe qué hacer sin ella y se dedica a escribirle con el único fin de regresarlos a su lado. Con el paso del tiempo, el pasado se convierte en una tormenta que amenaza con regresarlos al lugar donde el sol nunca ha brillado y no tenían control alguno sobre sus vidas. Un amor contado en tres tiempos, escrito del puño y letra de cada personaje que involucra la historia.

 

 

 

Leyendo la sinopsis se alcanza a leer un poco entre líneas lo compleja que es la historia y como está estructurada. La narración se lleva a cabo por medio de cartas escritas por los protagonistas, quienes conforman una misma familia, plasmando ahí todos los sucesos que acontecen a su alrededor.

Aquí es donde viene la parte difícil para mí. El cómo contarles de que va la historia sin hacerles spoiler…

El libro empieza con palabras de reproche de parte de Jacinto, nuestro protagonista, ya que él no se esperaba que su esposa lo abandonara, dejándolo solo y sumido en un tristeza que refleja en cada una de sus palabras.

 

«Recuerda quién fue el hombre que te hizo mujer. El que te brindó una vida, un amor sincero, una razón para vivir y para seguir siendo lo que eras. Fui yo quien te hizo madre. Antes de eso una esposa, una mujer de familia. Te moldeé hasta que alcanzaste la perfección. Te hice la reina de hielo. Permití que causaras una tormenta en mi cuerpo que amenaza con congelar mi corazón, todo lo que me hacía tuyo. Has congelado mis sentimientos y lo peor de todo es que has sido capaz de detener el tiempo para quedarte inmersa en mis recuerdos como aquello que no supe cómo lo perdí.»

 

A medida que se avanza en la lectura, se van destapando situaciones en las cuales se entiende por qué Jacinto es abandonado y las razones por las que no valen unas cuantas palabras bonitas para tratar de arreglar lo que se ha roto, ni tratando de juntar la piezas, pues él ha sido el causante de la perdida de varias cosas que ya no se pueden recuperar. Si en una relación se pierde el respeto, la consideración y la comunicación, difícilmente es reparable.

Angélica, la protagonista de esta historia, es el reflejo de muchas mujeres que hay en el mundo, debido a que son encerradas en la burbuja del “matrimonio perfecto” en donde como “buenas mujeres” deben seguir las reglas que dictamina una sociedad machista entre las cuales está casarse, servir a su marido y a su familia. Y aunque esto en  apariencia no está mal, lo que está mal es que son mujeres condenadas a servir con sumisión y obediencia a un matrimonio en donde el hombre es quien  tiene la última palabra y todo lo él haga está bien visto, mientras que la mujer es sometida a la psicología del “qué irán” y al pensamiento errado de que sin un hombre a su lado no son nada.

 

«Desearía entenderlos, pero crecí segura de que donde cada persona es un ser individual que cuando está con alguien y las cosas no funcionan no hay excusas ni razones para seguir juntos. Ni siquiera los hijos me parecen un buen motivo para mantener sólida una relación desgastada.»

 

En la vida tomar decisiones no es tan simple, todo depende de la situación, momento, lugar y personas. Para las mujeres de los años 80, 90 o décadas anteriores no era fácil desprenderse de un matrimonio tóxico pues simplemente no era el momento. Y si a eso le añadimos hijos de por medio, la cosa era mucho más compleja. Era tener la valentía de poder empezar de cero, sin mirar atrás y hacerse la de oídos sordos.

De esto se trata «Donde el sol nunca brillo», solo fue una luz efímera que los cegó y engañó tan vilmente que no le importó llevarse por delante a quien fuese necesario.  La autora nos muestra un poco sobre el egoísmo que se da en una familia que fue mancillada y dañada por la persona que creía que el amor era tener la certeza que, una vez conseguido, no se desvanecería jamás.

«Debí recordar tus palabras sobre que el amor no dolía y no significaba sacrificios. Darme cuenta de que lo malo del amor es lo que hacen las personas para justificarse de no saber lo que es.»

 

Las emociones juegan un papel importante para mí en los libros que leo y este sin duda me hizo sentir impotencia  y caer en cuenta que en pleno siglo XXI muchas mujeres seguimos sin creer que somos capaces de salir adelante, sin importar los señalamientos o prejuicios.

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A ti mujer que llegaste al final, te digo: Si puedes. No importa cuánto tiempo te tome o cuántas veces caigas. Si puedes, eres mujer y eres perfecta.