Reseña: Hasta Que Te Rindas - Victoria Vílchez

 

Hola amigos, ¡Nuevo mes! Por estos lares es el mes de las flores por la llegada de la primavera.

Espero que se encuentren bien y estén manteniendo los cuidados necesarios. Mientras, les dejo una nueva entrada para que no se aburran.

El libro que les traigo pertenece a la gran variedad de títulos que forman parte del catálogo de «Ediciones Kiwi», editorial conocida entre nuestras reseñas, aunque para mí es la primera vez que tengo la oportunidad de reseñar uno de sus títulos.

Esta reseña contiene algunos detalles específicos de la historia que pueden ser considerados como spoilers. Si vas a continuar leyendo, lo harás bajo tu propio riesgo.

Sin más dilación, les dejo con mi opinión.

Una fiesta y un bar es todo lo que creen necesitar las amigas de Elizabeth para empujarla a superar su creciente ruptura amorosa. Solo que la cosa va a írseles un poco de las manos… Y cuando se dé cuenta de en dónde se ha metido es probable que ya sea demasiado tarde. Una intensa, divertida y romántica historia que te atrapará.

¿Les ha pasado que no tienen palabras para describir un libro, que quieren decir “toma, léelo” sin agregar más, para dejar que el otro pueda descubrir por si solo las sensaciones que tú sentiste? Bueno, eso me pasó con esta historia. No sabía sí hice una buena elección ya que estaba en dudas, pero leí la palabra “divertida” en la sinopsis y eso logró convencerme. Y ahora no sé qué poner, para no spoilear. La historia es de Victoria Vílchez, autora conocida en el género new adult.

Lizzy y Oliver se conocen en un antro y claro, de inmediato pensé: “otra de esas típicas historias” pero, pero…, no quise adelantarme a los hechos. Lizzy está compartiendo una noche de chicas, intentando olvidar el engaño de Mike, mientras Oliver en una noche más de trabajo.

Aconsejada por su amiga Triz, que le dice que debe acostarse con el buenorro de la barra, y ella decide acercarse a él,  ya se imaginarán que es Oliver, y la chispa de deseo se enciende entre ellos inmediatamente. Minutos después, y aún con los remanentes de un orgasmo en su cuerpo, Lizzy descubre cuál es el papel de Oliver en el antro…

 

«El bombón se arranca de un solo tirón los pantalones yo me encojo en el asiento al comprender que me he liado con un stripper.»

 

Sí, sí, Oliver logró sorprender a Lizzy ya que la impresión inicial lo posicionaba más como el dueño del local que como un empleado, y terminó siendo nada menos que uno de los strippers. Y claro que no es con lo único que sorprende a Lizzy.

Adjunten a el profesor de economía, quien también resulta ser su ex, Lizzy tiene todo preparado para comenzar su clase cuando ingresa un nuevo alumno. Sí señoras, ¡Oliver Hunt! Y este es un estudiante labrándose un futuro para olvidar las penurias que vivió.

Y como Lizzy es la encargada de poner al día al nuevo estudiante mediante clases de apoyo, se forja una amistad entre ellos, eso sí, cada uno con sus prejuicios, pero van descubriendo que las primeras impresiones no siempre definen a una persona, y es cuando comienzan a confiar en el otro que sale a flote el pasado oscuro.

 

«―Haré lo que esté en mi mano para que no te retrases.

― ¿Eso implica quedar para estudiar en mi dormitorio?»

 

Esos momentos de picardía por parte de Oliver me encantaron, y eso junto con las acciones del grupo de amigas de Lizzy le daban esa cuota de diversión a la historia, lo que me mantuvo enganchada a la lectura.

Claro que Oliver disfrazaba todo con pequeñas bromas, pero una vez más el prejuicio se presenta ya que nunca imaginé cómo se sentía con la vida que él llevaba. Odiaba su trabajo, lo hacía para pagarse la universidad y llegó ese momento, que creo que muchas personas lo han vivido, en que trabajaba por obligación ya que su jefe lo chantajeaba debido a que no hizo un trabajo limpio cuando ingresó en ese mundo, a pesar de ello seguía dándose ánimos para alcanzar su meta.

 

«No es para siempre… Sigue soñando un poco más, Oliver.»

 

Lizzy luchaba por no caer de nuevo en las mentiras de su ex, luchaba por volver a ser ella, por recuperar a la Lizzy que fue antes de su relación con Mike. Muchas veces cometemos el error de no darnos cuenta que dejamos de ser nosotros y que vivimos para el otro, dejando de lado nuestros sueños, nuestros hobbies y nuestras amistades. Lizzy quería recuperar todo eso.

 

«Tengo ganas de hacer todo lo que no he hecho durante mi relación con Mike. ¿Cuándo dejé de hacer lo que me gustaba?»

 

Ambos comienzan a confiarse parte de sus pasados y sus sueños a futuros, y es ahí cuando también se dan cuenta de sus sentimientos por el otro aunque Lizzy no quiere ceder a los deseos de su corazón, pues le da miedo saber qué ocurrirá una vez que se rinda a lo que siente. Mientras los días transcurren, ellos se descubren y se conectan. Apoyado por Lizzy, Oliver decide de una vez desprenderse de esa vida que lleva y comenzar de cero en una nueva ciudad, lejos de esa en la que tanto sufrió.

Y… hasta aquí les cuento, mis amigos. Si les cuento más sería muchísimo spoiler y ya no querrán leerlo, pero yo estoy ansiosa de que lo hagan así que me lo guardo en mi corazoncito.

Mi puntación es de cinco espadas, pues la historia es entretenida, ligera, romántica y tiene un toque de diversión. El libro es atrapante. Una historia hermosa, con enseñanzas y logros por parte de los personajes. Sin duda me ha encantado, Lizzy y Oliver nos muestran cuán equivocados estamos al juzgar a una persona sin conocer realmente su vida, y que, para ser alguien junto a otro, primero debemos ser alguien para nosotros mismos.

También los invito a que se den una vuelta por nuestro perfil de wattpad y tablero en pinterest. 

               Espero que les haya gustado y se animen a conocer a este par y su grupo de amigos. Nos leemos la próxima.