¡Holaaaa chicos!
Creo que debería comenzar con una disculpa, ya que esta reseña debió
salir desde el sábado, y por las actividades del primer café literario de la
página en México, no pude hacerla.
Pero ya estoy aquí y tengo mucho que decir, mucho, mucho.
He atravesado procesos que me identifican con muchas mujeres que
compartimos esta llegada a los cincuenta años. Momentos especiales, como fueron
mis XV años. Vivencias fuera de casa en otro país, una separación y salir
adelante descubriendo mis talentos para ejercerlos y contar cómo lo he hecho,
me entusiasma compartir. Seguir el llamado de mi corazón, plasmar lo que siento
y llevo dentro es como un legado que dejo a mi familia y, a la vez, me recuerda
quién soy. El día que decidí empezar a escribir y pedir asesoría, muchas cosas
se movieron alrededor.
Un mensaje de alegría por llegar a los cincuenta, por todo lo vivido y aprendido. En el camino, reconocer el sentido profundo y perfecto de cada lección recibida. Te contaré sobre mis pasiones; como viajar, que es para mí una oportunidad de conocerme a través de las situaciones que experimento por salir de la rutina. Dicen que en los viajes se conoce a las personas y lo ratifico, también me dejo conocer. Sólo te puedes mostrar tal cual eres con tus encantos y realidades. También hablo de los fantásticos talleres, cursos, estudios y disciplinas que he aprendido, pues me queda claro que no me llevaré nada a la tumba que no haya compartido. Mi proceso de aprendizaje requiere bastante repetición, y transmitirlo a otros me ayuda a repasarlo, eso lo arraiga más en mí. Escribir es el único consejo que yo podría darle a mis amigos, no hace ningún daño y es una puerta de introspección. Escribir cuando estamos contentos, en duda, en la tristeza. Escribir para planear, escribir una carta, un pensamiento. Escribir no genera empatía, no me pone en los zapatos del otro, me pone en los míos. Leerme en otro momento para comprender lo que vivía entonces, cuestionarme si lo que anoté era realmente tan importante o si faltó mirar algo más. A veces rompo mi escrito y paso página; otras, lo conservo en mi bitácora de aprendizajes valiosos. Suelo tener libretitas que me acompañan para tomar notas, no dejar una sola idea al aire que se pueda volar, he aprendido a grabar notas en el celular, aunque voy más por la pluma y el papel.
Mi vida es simple, en familia, con momentos de crecimiento, de iniciativas, de velocidad, de crisis, de pérdidas, de trabajo, de sorpresas, de risas, de pausas, de despedidas, de cosas que nunca comprendí, de salud, de cirugías, de amores y desamores, de seguir adelante. Paseos irreales. Ya espero y agradezco lo que falta: nido vacío, menopausia y lo que siga, bienvenido sea. Pero, sobre todo, momentos de grandes bendiciones y gratitud a Dios, a mi familia, a este tiempo y como un valor muy especial, a la amistad. Ésta soy yo.
Un mensaje de alegría por llegar a los cincuenta, por todo lo vivido y aprendido. En el camino, reconocer el sentido profundo y perfecto de cada lección recibida. Te contaré sobre mis pasiones; como viajar, que es para mí una oportunidad de conocerme a través de las situaciones que experimento por salir de la rutina. Dicen que en los viajes se conoce a las personas y lo ratifico, también me dejo conocer. Sólo te puedes mostrar tal cual eres con tus encantos y realidades. También hablo de los fantásticos talleres, cursos, estudios y disciplinas que he aprendido, pues me queda claro que no me llevaré nada a la tumba que no haya compartido. Mi proceso de aprendizaje requiere bastante repetición, y transmitirlo a otros me ayuda a repasarlo, eso lo arraiga más en mí. Escribir es el único consejo que yo podría darle a mis amigos, no hace ningún daño y es una puerta de introspección. Escribir cuando estamos contentos, en duda, en la tristeza. Escribir para planear, escribir una carta, un pensamiento. Escribir no genera empatía, no me pone en los zapatos del otro, me pone en los míos. Leerme en otro momento para comprender lo que vivía entonces, cuestionarme si lo que anoté era realmente tan importante o si faltó mirar algo más. A veces rompo mi escrito y paso página; otras, lo conservo en mi bitácora de aprendizajes valiosos. Suelo tener libretitas que me acompañan para tomar notas, no dejar una sola idea al aire que se pueda volar, he aprendido a grabar notas en el celular, aunque voy más por la pluma y el papel.
Mi vida es simple, en familia, con momentos de crecimiento, de iniciativas, de velocidad, de crisis, de pérdidas, de trabajo, de sorpresas, de risas, de pausas, de despedidas, de cosas que nunca comprendí, de salud, de cirugías, de amores y desamores, de seguir adelante. Paseos irreales. Ya espero y agradezco lo que falta: nido vacío, menopausia y lo que siga, bienvenido sea. Pero, sobre todo, momentos de grandes bendiciones y gratitud a Dios, a mi familia, a este tiempo y como un valor muy especial, a la amistad. Ésta soy yo.
No puedo hablar de un personaje, ya que no lo tiene. Es un libro tipo
autobiográfico, tan bello y hermoso.
Ni siquiera quiero hablarles sobre qué es lo que comparte en específico
porque sería como contarles un poco de la esencia del mismo y, sinceramente, no
quiero que eso pase. Me gustaría que, si te animas a leerlo, vayas totalmente a
ciegas, imaginando las situaciones, viviéndolas y amándolas.
Me encantaría que vayas con la mente abierta para mirar dentro de su
alma, dentro de sus dolores, de sus vivencias, de su mucha experiencia; que,
aunque cada quien va formando la suya, siempre es grato leer lo que alguien
haría en tu lugar.
A Laura la conocí en un encuentro literario al que me invitaron las
chicas de Romance en tinta y, gracias a eso, conocí lo bella persona que es
ella. Tuvimos una pequeña charla que llenó de satisfacción mi corazón, me
permitió ver que nunca es tarde para cumplir tus sueños, que nunca es tarde
para amarme un poquito y perseguir aquello que me falta para estar completa.
Pospuse el libro porque tenemos una lista inmensa para reseñar y, cuando
comencé a leer, me arrepentí demasiado. Es el tipo de libro que no puedes dejar
de leer, no puedes ocultar tus sentimientos a la hora de la lectura, era como
un cúmulo de emociones en cada paso que daba.
Ella narra su historia, sus progresos, sus vivencias, sus
experiencias; pero, sobre todo, narra su evolución y eso, es algo que
sencillamente me llegó tan a fondo, que hoy le doy gracias por despertar en mí
ese lado que sentía dormido.
“Conexión cuarenta y nueve” no es un libro sólo para mujeres mayores,
no, señoritas. Es un libro para ti de 15 años, o a ti, de 60; estoy muy segura
que algo de lo mucho que Laura nos narra va a llegar directamente a tu corazón,
a tu alma y a tu entendimiento. Logrando que te replantees hacia dónde quieres
dirigir tu vida y no, no es un libro de superación personal. Es solo una novela
diferente y única.
La recomiendo tanto, que te diría que corras a Amazon y lo compres en
físico, porque estoy segura que vas a querer tenerlo en tu estantería al
terminarlo y no solo eso; vas a comenzar a recomendarlo a todo aquel que crees
que necesita leer sus líneas.
Laura, gracias por pensar en mí para obsequiarlo, gracias por tus
palabras ese día, gracias por enseñarme que primero debo quererme a mí misma para
poder amar aún más a los demás y, definitivamente, gracias por impulsarme a
perseguir mis sueños. No fuiste la primera en hacerlo, pero, definitivamente,
fuiste una gran inspiración desde el día que te conocí. Nunca dejes de
escribir.
Quiero darle más de 5 porque merece todo mi amor y el de ustedes. Pero
sí, tiene 5 olimpos.
Les dejo el link de descarga en Amazon porque sé que lo van a leer,
sean buenas.
Gracias por la recomendación lo dejo pasar no me llama mucho la atención. Saludos
ResponderBorrarme gusto mucho tu reseña, creo este es uno de esos libros que llegan a tus manos y no por casualidad, así que si lo buscare, por lo que cuentas vale mucho la pena leerse.
ResponderBorrar¡Gracias por la Recomendación!
Sé que me leeré como una mala persona pero ni siquiera terminé de leer la sinopsis, así que ya con eso te imaginarás que no le daré oportunidad. A parte de que los autobiográficos no son lo mío, (ya sé que dijiste "es como...").
ResponderBorrarGracias por la reseña :)