¡Cómo ser bloggera, madre y esposa sin morir en el intento!

Holaaaaaa, Olímpicos bellos. ¿Cómo les va? Yo estoy súper feliz, ya que hace unos días salió la preventa de nuestra “Antología del Olimpo”. ¿Ya la apartaron? Corran a nuestra bandeja para dejar un mensaje y les demos informes. De verdad ya queremos que la lean.

Página de facebook: El Olimpo Entre Libros.

En esta ocasión, me toca subir entrada libre. ¿Qué quiere decir? Que soy libre de hablar de lo que se me dé la gana y como no sabía de qué hablar, pues se me ocurrió tomar mi reciente experiencia de terror con respecto al blog y mi vida privada juntas.

Hace casi tres años que comenzamos esta aventura, nunca imaginamos el alcance que iba a tener; tanto en los escritores, editoriales y sobre todo en los lectores. Ha sido una locura ver cómo, poco a poco y luego muy rápido, subía como la espuma, por lo que, nuestras vidas privadas se vieron cada vez más envueltas, inmiscuidas y sí, perjudicadas en el proceso.

¿Creían que todo es miel sobre hojuelas?

Lo que comenzó siendo un hobby, se ha convertido en una obligación y a su vez un trabajo que nos encanta, no se confundan, lo amamos, sólo es que las obligaciones suben, la mirada de los autores se enfoca cada vez más en nosotras y con ello la responsabilidad enorme que tenemos con estos y ustedes, nuestros lectores.

Comienza la pesadilla…

Mi tiempo iba siendo consumido cada vez más por el proyecto, aunado al asunto de escribir y sacar la antología a tiempo y en forma, por lo que el tiempo que dedicaba en casa iba disminuyendo a pasos agigantados, y lo peor es que no me estaba dando cuenta.

La mayoría sabe que estoy casada y tengo un hijo precioso al que amo con todo mi ser, pues este precioso pequeño, me hizo darme un sentón con la realidad y me demandó lo que le había estado quitando sin siquiera darme cuenta de que lo estaba haciendo. Creía que mi príncipe seguía siendo un bebé, que no me necesitaba tanto y resulta que no vi que está creciendo y necesita tiempo con su mami.

Así que ideé todo un plan en mi mente para compaginar ambas cosas sin sentirme una mala bloggera o una muy mala madre y esposa, por eso es que hoy les voy a compartir…

¡Cómo ser bloggera, madre y esposa sin morir en el intento!

Nota: todos estos tips sirven en caso de no tener las dos últimas opciones, al final todos tenemos una vida fuera de la computadora, las redes sociales y la escritura.

1.      DEFINE TU TIEMPO.

Toma esto, aunque sea hobby, como un trabajo. Te lo digo por experiencia, tendemos a clavarnos tanto en algo que nos encanta que a veces nos desconectamos de la realidad y nos olvidamos que hay gente real y tangente afuera esperando pasar tiempo con nosotros.

Por ello, fija un horario para escribir en tu blog, subir contenido a tus redes, hablar con tu equipo de trabajo y con las personas que te buscan para una colaboración. Así, poco a poco, van sabiendo que no estás disponible 24/7 y que también tienes un horario en el que te pueden buscar.

2.      PLATICA CON TUS HIJOS O FAMILIA.

Esto yo lo hice con mi hijo y me funcionó mucho. A pesar de que tiene 6 años, entiende muy bien qué pasa y qué no, por lo que me fue fácil expresarle que de ninguna manera mi “hobby” era más importante que él o su papi, pero que me gusta mucho; me divierte, me desestresa y tenía que comprender que, así como él tiene sus tiempos para jugar, ya sea solo o con sus amigos en donde no estoy incluida yo; así pasa en mi caso.

Créanme, el resultado va a ser muy satisfactorio. Incluso ahora me pregunta cosas relacionadas al Olimpo y me encanta responderle.

3.      HABLA CON TU FAMILIA O AMIGOS DE TUS PROYECTOS.

Al principio de todo, yo no hablé con mi familia de lo que estaba haciendo, llámenlo pena o egoísmo, pero yo pensaba que no se iban a interesar porque al final no todos leen como yo, no todos están interesados en saber que tienes un blog literario o que estás conociendo personas de todas parte del mundo.

Incluso creí que me regañarían por tener contacto con personas que no conozco y me daba mucho miedo que tuvieran razón o que intentaran persuadirme de ya no hacerlo más.

Por tal motivo, el día que le dije a todos (esposo, familia y amigos) lo que estaba haciendo con el blog y las redes sociales, fui una persona libre porque vi que todos mis miedos eran infundados. Al final, las personas que me aman siempre van a apoyar todo lo que yo quiera hacer.

Así que, no dudes en platicar con tu familia sobre tus proyectos, quizá no entiendan mucho sobre el tema o sobre lo que sea que hables en tu blog pero ten por seguro que te van a poyar porque te aman. ¡ATRÉVETE!

4.      ORGANIZA A TU EQUIPO DE TRABAJO.

En mi caso, las chicas son más que solo un medio para llegar a un fin, ellas se han convertido en mi familia, por lo que hablar con ellas ha sido súper fácil porque me entienden más de lo que incluso pensé que harían.

Si no tienes un equipo de trabajo con el cual hablar, hazlo contigo mismo, porque a veces necesitamos que nos demos unos golpes para regresar a la realidad.

5.      JAMÁS TE BRINQUES TUS REGLAS.

Yo sé que es difícil porque te pica la curiosidad de entrar a las redes, de ver comentarios en el blog, de escribir una nueva reseña e incluso de seguir leyendo ese libro que te tiene atrapada, pero el horario que definas para la página incluye todo.

De nada sirve que dejes de contestar mensajes, llamadas o comentarios si te la vas a pasar leyendo sin prestar atención a tu entorno, es como si nada de lo anterior haya sido planteado.

Créanme, cuesta trabajo, aún no he podido separar eso porque leer es mi mayor adicción, pero los días que logro hacerlo y me desconecto del mundo literario para estar con mi familia y conmigo misma, me siento mucho más relajada y feliz. Para el momento que vuelvo a leer, lo hago llena de energía y sin una pizca de fastidio.

6.      SI ES DEMASIADO, TÓMATE UN TIEMPO.

Se vale decir… “Necesito un tiempo fuera, o un tiempo lejos” Y no es que estés desertando o que ya no quieras saber nada, es sólo que a veces se necesitan días sin el peso en los hombros para poder volver con el mejor contenido que uno quisiera leer en un blog.

Quizá te fijes cierto tiempo y acabes volviendo antes, eso me ha pasado, el chiste es que te tomes un momento zen para reconectar tu vida con tu proyecto, blog o escritura. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando.

7.      NUNCA TE DESANIMES.

Por último y muy importante, NUNCA DEJEN QUE SE APAGUE LA CHISPA CON LA QUE COMENZARON UN PROYECTO.

No importa qué pase, cuántos baches deban brincar, de cuántas caídas se deban levantar y ni mencionamos las decepciones, ustedes siempre sigan, busquen soluciones, no se desesperen ni quieran dejar todo de lado.

Si decidiste crear un blog, una red social o escribir un libro, es porque amas lo que haces y porque amas el mundo en el que quieres incursionar. No dejes que nadie te convenza de lo contrario.

Cada día que hagas algo nuevo para tu proyecto hazlo con el mismo entusiasmo con el que comenzaste y si sientes que está siendo demasiado, retrocede al punto anterior.

Espero que mi experiencia les sirva y que, si tiene algún otro tip que compartir, lo hagan. Me encantaría leer cómo es que ustedes compaginan su vida bloggera con su vida personal.

Les mando un abrazo apretado desde donde sea que nos leen. Recuerden siempre escuchar música porque es la única capaz de reparar el alma.