Top 10 de lugares bizarros para leer

¡Hola, bellos olímpicos! ¿Cómo les va en estos últimos días de febrero? Hoy, Némesis y Apolo les traemos esta entrada en conjunto y desde ya, queremos agradecerles por acompañarnos en este día tan bizarro. No se imaginan las cosas locas que tuvimos que leer en nuestra búsqueda de información para traer a ustedes está disparatada pero entretenida recopilación. 

A veces, un libro nos obsesiona tanto que no podemos parar de leer; no podemos dejarlo de lado ni por un segundo y es cuando recurrimos a la lectura en los lugares más inusitados, sitios muy  aburridos o aquellos en los que no queremos estar y recurrimos a la lectura como método de distracción, ¿Les pasa? 

Por supuesto, también hay lugares bizarros para leer en los que lo hacemos por puro gusto y amor a la lectura, estamos seguras de que en algún momento les ha pasado. 

Nos dimos a la tarea de encuestar a nuestro grupo VIP en WhatsApp, para  conocer sobre aquellos lugares y momentos en que los que la historia les ganó, no pudieron dejar de leer y en definitiva, no era el momento ni el lugar ideal para enfrascarse en ella. 

A continuación, les dejamos un top 10 de algunos de los lugares y momentos más bizarros en los que la gente lee:

10. EN EL BAÑO DEL TRABAJO

Apolo

La mayoría de las personas leemos en el baño, es una realidad, pero, hacerlo en el baño del trabajo se me hace bizarro y chistoso porque, ¿cuántas líneas alcanzas a leer hasta que noten tu ausencia?

«En mi trabajo no tengo permitido pasar a las instalaciones mi celular por lo que se queda en mi casillero; hubo una vez que olvidé dejarlo porque lo traía en una bolsa interna de mi chamarra y en un ratito que tuve, me escapé al baño a leer, estaba leyendo una serie de BDSM de Shayla Black que me había recomendado Lucifer.»-Betty

9. EN UNA BODA 

Apolo

Yo nunca he leído en una fiesta grande, capaz que lo hago y la familia me deshereda. No es el caso de Ivi, por supuesto.  

 «El lugar más raro en el que leí fue en un casamiento en un pueblo muy popular, pero en el cual no tenía señal en el celular, estaba tan aburrida que me puse a leer novelas de Wattpad y Litnet que ya tenía en la biblioteca, me concentré tanto que me perdí el postre.»
-Ivi

8. EN LA SALA DE OPERACIONES

Némesis 

¿No había otro lugar para esperar? Jaja.

«Fuera de sala de operaciones y estando ahí sumida no me percate hasta que me pidieron permiso y llevaban un muerto ¡Que susto!»
-Helena

7. EN UN ESTABLO 

Némesis

Me pregunto si no estaría incómoda por los olores. Al menos, estaba acompañada. Yo no podría estar ahí dentro leyendo, pero Nadia lo superó sin problemas.

«La verdad no sé qué tan bizarro será leer en un establo. Eso pasó en el verano,  en Linares, mi anécdota es que nadie me encontraba de tanto que me concentre en la lectura, nunca los escuché llamarme. me lleve un buen recuerdo…»
-Nadia

6. EN LA AZOTEA

Apolo

Nunca he pensado en subirme a la azotea a leer, tampoco es que mi casa se preste para ello, aunque ha de ser una experiencia bella, supongo… a menos que llueva.

«En la azotea de mi casa con cobijas, chocolate, lámpara y una almohada ¿por qué llegué hasta ahí? Debido a que mi familia tenía una fiesta con mucha gente, empezaron a reírse tanto de no sé qué, que me fastidiaron y tuve que huir; me dio frio pero fue genial estar solas con la luz de la luna.  Al otro día me dio gripe XD.»
-Paola

5. A LA ORILLA DEL TREN

Apolo

Me enorgullece que sea Covenant por el que arriesgó su vida. Definitivamente, yo nunca lo haría. 

«Yo he leído a la orilla del tren. Es bizarro porque, si me hubiera caído podría haber muerto, pero estaba leyendo Covenant y necesitaba terminarlo.»
-Lau 

4. DEBAJO DE LA CAMA

Némesis

Bueno, nunca lo consideré para leer… para esconderme sí, pero no me atrae mucho estar debajo de la cama. Ya te imagino July, cómodamente leyendo.

«No sé si es bizarro, pero me sucedió hace tiempo. Resulta que había encontrado un libro que deseaba leer (tenía como 15 años creo) y ese día tenía visita de un primo que es bien enfadoso y yo estaba tan metida en la historia que no quería que me interrumpieran. Bueno, como teníamos prohibido en casa cerrar las puertas con seguro, tuve que meterme debajo de la cama para leer a gusto ese día, porque recuerdo que no dejaba de molestarme, cuando entraba a mi cuarto para buscarme, yo me reía porque estaba muy tranquila ahí sin ser molestada.»
-July

3. EN EL BRINCOLIN CUIDANDO A LOS NIÑOS

Apolo

Imagino la escena y me causa mucha risa. Es que es tan bizarra la situación.

«Hubo una fiesta en casa de mi prima porque su bendición cumplía 3 años, así que pusieron brincolin y todo el show. El chiste es que me fastidié entre tanta gente, así que me ofrecí de relevo para cuidar a los niños, pero como no había silla ni nada para sentarse, me metí al brincolin con todo y libro, post - it, y colores… Así que, ahí estaba Dayana, sentada leyendo mientras los niños rebotaban a su alrededor»
-Dayana

2. EN EL BAÑO… CON COMIDA

Apolo

Nunca, jamás, se me había ocurrido meter provisiones al baño para leer sin estar incómoda, mucho menos comida. A esta chica no le importó nada más que su comodidad. 

«Bueno, había una reunión en casa de mi abuelita y llegó mi prima con sus crías, estaba tan fastidiada del escándalo que me encerré en el baño del cuarto. Le mandé mensaje a mi hermana para que me trajera suministros: botanas, agua, cobijas, almohadas por qué el piso estaba incómodo; y así se me fue el día, leyendo. Salí ya de madrugada.»
-Letty

1. EN EL CEMENTERIO

Apolo

No creo nunca leer en un cementerio, no importa si es en el auto, no lo haría en ningún lugar dentro de ahí.

«Cuando estoy muy enganchada leo en todos lados, baño, cocina, calle, bus... pero el más loco fue en un cementerio; a mí no me gustan los cementerios y fui a acompañar a alguien, pero me quedé en el auto leyendo Cincuenta sombras liberadas.»
-Lou

A continuación, les dejamos nuestros momentos o lugares más bizarros, para dar cierre a esta entrada llena de rarezas.

Apolo:

"Me gusta tomarme mi tiempo en el baño a la hora de bañarme, hago todo un ritual, pero hay veces que la lectura está tan buena, que ni el estar mojada me impide dejarla, por lo tanto, alejo el celular de mi cuerpo mientras el agua cae sobre mi cabeza y yo sigo leyendo, trato de no tardarme en este punto del ritual, por la ecología y todo eso, pero de que es una opción, lo es."

Némesis:

"Comparto la anécdota de Apolo, también me demoro en el baño, más leyendo que bañándome, pero donde siempre leo es en los cumpleaños o reuniones familiares. Sí, está mal no compartir con la familia, pero las historias logran atraparme fácilmente y no puedo dejarlas ni cuando estoy de fiesta."

Esperamos que se hayan divertido al leer las ocurrencias y experiencias de las lectoras. 

No se vayan sin contarnos en los comentarios su anécdota a la hora de elegir lugares bizarros para leer.

APOLO & NÉMESIS