Reseña: Y Una Moto Negra - Enrique De La Cruz

Hola, amigas y amigos. Espero que estén atravesando esta cuarentena lo mejor que puedan.
A mí se me sumaron las clases virtuales, por ende, se me ha reducido un poco mi tiempo libre. Pero trato de no olvidarme de mis lecturas placenteras, por eso les traigo una nueva reseña.
En esta ocasión es de un autor que no conocía, y desde el inicio me llamó la atención el título del libro y también la sinopsis.
Enrique de la Cruz es un escritor nacido en Madrid, España, «Y una moto negra» es su debut como autor, también participa en el blog Cruce de caminos. La historia me ha gustado mucho, les dejo mi opinión.

La vida no ha sido fácil para Alfredo. Ahora, por fin, sí: tiene un trabajo estable, una novia que le gusta, vive cómodamente… Y, sin embargo, cuando Rufo, un amigo de los viejos tiempos, le pide ayuda para un asunto turbio, su espíritu aventurero lo lleva a decirle que sí. Así se topa con la posibilidad de hacerse con mucho dinero, pero todo tiene un precio. ¿Seguirá adelante o se aferrará a ese futuro tranquilo que ya parecía tener asegurado?

Le costó atraparme en las primeras páginas, pero en el transcurso de la historia se fue ganando mi atención. Claramente, la intriga y el suspenso tuvieron mucho que ver.
La historia comienza contando la vida de Alfredo, un joven que trabaja en la empresa de su suegro, puesto que obtuvo gracias a su novia, quien abogó por él. Alfred, como lo llaman en casa de su novia, es huérfano, no tiene familia en la ciudad y solo había recibido como herencia una moto negra por parte de su padre. Estuvo al cuidado de Ernesto, amigo de su padre, un señor que prefería muchas veces la compañía del alcohol pero que aun así, estimaba mucho y siempre que podía pasaba a visitarlo.
Este lado de Alfredo me enterneció. Que siga preocupado por Ernesto cuando tenía una cómoda vida lejos de él, habla muy bien del joven; el barrio donde vivió no era muy bien visto, era considerado un barrio bajo, pero él no se olvidaba del anciano.
A pesar de haber vivido en un barrio como ese, Alfredo era humilde, buena gente, responsable, y por supuesto, le preocupaba su futuro. Debido a esto, a esa responsabilidad desmedida y sus planes a futuro, recibía consejos de los que ya habían “vivido” más que él y sabían que a veces no servía de nada llegar a viejo cómodamente si realmente no habías disfrutado de la vida.

«No te dejes tragar por la monotonía. ¡Sal a la calle, sal a la vida! Busca la aventura, busca algo que te llene.»

Alfredo sentía que estaba viviendo cómodamente, nunca esperó más de la vida. Apreciaba las palabras de hombres más sabios, que le aconsejaban sobre lo que debía hacer, porque muchas veces no sabía qué hacer de diferente para su vida.
Aquí estoy muy de acuerdo con el compañero de Alfredo, siempre nos enfocamos en el trabajo, en la monotonía y nos olvidamos de disfrutar lo otro que la vida nos ofrece, lo que verdaderamente nos brinda placer.

Así como Alfredo no se olvidó de su querido amigo Ernesto, tampoco se olvidó de sus otros conocidos con quienes compartió tiempo siendo más joven, y en esas noches donde iba a buscar a Ernesto de los bares y lo llevaba a casa, se reencuentra con su amigo Rufo, un amigo que no estaba llevando su vida por buen camino.
Rufo estaba metido en la venta de drogas, nada más y nada menos que con los chinos (sí, sí, el chico estaba jodido) tenía como tapadera un gimnasio que le ayudaba bastante en el delito.
Y como amigos que eran, un buen día –mal día en realidad ya que despierta la ambición de Alfredo- Rufo le pide un favor, al que él no quiere decir que no. Alfredo acepta ayudar a su amigo y lo acompaña a un encuentro con los chinos, Rufo lo pone al tanto de cómo es realmente el trabajo en el que está metido, ganándose el interés de Alfredo.


He de decir que no me sorprendieron algunas acciones del protagonista, tenía pinta de ser un personaje muy bueno y sabía que era un buen amigo. Pero como lo venía previendo, ese encuentro no termina bien, y la adrenalina o el miedo en Rufo y Alfredo no les deja pensar con claridad, por lo deciden idear un plan contra los chinos, matándolos y quedándose con el dinero recaudado.
Y como si fuera poco, Celia, la novia de Alfredo, no se lo pone fácil cuando le sugiere que podrían vivir mejor si él se queda con la plata que Rufo planea robarles a los chinos, ¿a qué costo? Pues matando a su amigo. Claro que Alfredo no está de acuerdo, al inicio, pero luego se debate entre seguir viviendo a la sombra de su suegro o usar ese dinero para tener un mejor futuro.

«―Todo el mundo es capaz de matar, cariño; es cuestión de verse en una situación límite, de encontrar la motivación.»

La decisión que tomó el protagonista me sorprendió, no pensé que se animara a matar, más allá del hecho de que fuera un amigo, acá lo que me sorprende es el acto que ejerce, ya que él se decía que no era capaz de eso, como muchos lo decimos, pero en una situación como la de Alfredo y con las posibilidades que se presentan, ¿seguiríamos pensando igual?
«Entre ensoñaciones notó la codicia emponzoñándole el alma.»
Alfredo no desaprovecha la oportunidad que se le presenta, y el dinero que obtiene lo usa para darle una mejor vida a Ernesto y para abrirse camino al futuro que tanto estuvo proyectando para él y Celia.

Mi puntuación es de cuatro espadas, tanto el desarrollo de la trama como los personajes de la historia me gustaron mucho. El suspenso que te transmite el protagonista y la adrenalina que siente a la hora de tomar decisiones, te atrapan, y es lo que más me gustó de la historia.


Espero que les haya gustado mi reseña y se animen a conocer a Alfredo. Los invito a seguir nuestro tablero en pinteres y conocer mas sobre la historia en el perfil de wattpad frases.