Poesía Clásica

Poesía Clásica


Mario Benedetti


Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia (Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1920-Montevideo, 17 de mayo de 2009)1 fue un escritor, poeta y dramaturgo uruguayo, integrante de la generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros. Su prolífica producción literaria incluyó más de ochenta libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de veinte idiomas.

POEMA:
Cuando el presidente, cualquier presidente 
se preocupa tanto 
por los derechos humanos 

parece evidente que en ese caso 
derecho no significa facultad 
o atributo 
o libre albedrío 
sino diestro 
o antizurdo 
o flanco opuesto al corazón 
lado derecho en fin 

en consecuencia 
¿no sería hora 
de que iniciáramos 
una amplia campaña internacional 
por los izquierdos humanos?

Arthur Rimbaud

Jean Nicolas Arthur Rimbaud Acerca de este sonido escuchar (Charleville, 20 de octubre de 1854-Marsella, 10 de noviembre de 1891) fue un poeta francés. Abandonó la literatura a los diecinueve años para emprender un viaje que lo llevaría por Europa y África. Para él, el poeta debía hacerse vidente por medio de un largo e inmenso desarreglo de todos los sentidos. En vida, sus méritos literarios no fueron reconocidos pero, con el tiempo, se abrieron paso entre las nuevas generaciones.
POEMA: 
Señor, cuando los prados están fríos 
y cuando en las aldeas abatidas 
el ángelus lentísimo acallado,
sobre el campo desnudo de sus flores 
haz que caigan del cielo, tan queridos,
los cuervos deliciosos.

¡Hueste extraña de gritos justicieros
el cierzo se ha metido en vuestros nidos! 
A orilla de los ríos amarillos, 
por la senda de los viejos calvarios, 
y en el fondo del hoyo y de la fosa,
dispersaos, uníos.

A millares, por los campos de Francia, 
donde duermen nuestros muertos de antaño, 
dad vueltas y dad vueltas, en invierno, 
para que el caminante, al ir, recuerde. 
¡Sed pregoneros del deber, ¡Oh nuestros
negros pájaros fúnebres!

Santos del cielo, en la cima del roble, 
mástil perdido en la noche encantada, 
dejad la curruca de la primavera
para aquél que en el bosque encadena, 
bajo la yerba que impide la huida,
la funesta derrota.
Federico García Lorca

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros,1 Granada, 5 de junio de 1898-camino de Víznar a Alfacar, Granada, 18 de agosto de 1936)2 fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido por su destreza en muchas otras artes. Adscrito a la llamada Generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo xx. Como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo xx, junto con Valle-Inclán y Buero Vallejo. Murió fusilado tras el golpe de Estado que dio origen a la Guerra Civil Española solo un mes después de iniciada esta.

Mi corazón oprimido 
Siente junto a la alborada 
El dolor de sus amores 
Y el sueño de las distancias. 
La luz de la aurora lleva 
Semilleros de nostalgias 
Y la tristeza sin ojos 
De la médula del alma. 
La gran tumba de la noche 
Su negro velo levanta 
Para ocultar con el día 
La inmensa cumbre estrellada. 

¡Qué haré yo sobre estos campos 
Cogiendo nidos y ramas 
Rodeado de la aurora 
Y llena de noche el alma! 
¡Qué haré si tienes tus ojos 
Muertos a las luces claras 
Y no ha de sentir mi carne 
El calor de tus miradas! 
¿Por qué te perdí por siempre 
En aquella tarde clara? 
Hoy mi pecho está reseco 
Como una estrella apagada.

José Julián Martí Pérez

José Julián Martí Pérez (La Habana, 28 de enero de 1853 - Dos Ríos, 19 de mayo de 1895) fue un político republicano democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria, llamada así a la Guerra de Independencia de Cuba. Perteneció al movimiento literario del modernismo.

Dentro de mí hay un león enfrenado: 
De mi corazón he labrado sus riendas: 
Tú me lo rompiste: cuando lo vi roto 
Me pareció bien enfrenar a la fiera. 

Antes, cual la llama que en la estera prende, 
Mi cólera ardía, lucía y se apagaba: 
Como del león generoso en la selva 
La fiebre se enciende; lo ciega y se calma. 

Pero, ya no puedes: las riendas le he puesto 
Y al juicio he subido en el león a caballo: 
La furia del juicio es tenaz: ya no puedes. 
Dentro de mí hay un león enfrenado.
Nazım Hikmet Ran


Nazım Hikmet Ran (Salónica, Imperio otomano, 20 de noviembre de 1901-Moscú, 3 de junio de 1963) fue un poeta y dramaturgo turco, considerado en Occidente el poeta más importante en lengua turca del siglo XX. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas. Largamente exiliado de su país de origen a causa de su militancia comunista, murió en 1963 como ciudadano polaco.

SELECCIÓN DE SUS ÚLTIMOS POEMAS

Te has cansado de llevar mi peso
Te has cansado de mis manos
De mis ojos de mi sombra
Mis palabras eran incendios
Pozos eran mis palabras
Un día vendrá de repente vendrá un día
Sentirás el peso de las huellas de mis pasos
Alejarse las huellas de mis pasos
Y este peso será de todos el más difícil de soportar.


Gabriela Mistral

Gabriela Mistral fue profesora, además de poeta. Profesora rural desde los 15. Y esto no solo despertó su sensibilidad desde muy temprano, sino que fue la base para los encuentros que tuvo en los años 20 con José Vasconcelos y las nuevas orientaciones de la educación y la cultura en el continente. En esa década también empezó a publicar. “Miedo” es un poema a la niña que fue toda mujer.

APEGADO A MÍ
Velloncito de mi carne, 
que en mis entrañas tejí, 
velloncito friolento, 
¡duérmete apegado a mí! 

La perdiz duerme en el trébol 
escuchándole latir: 
no te turben mis alientos, 
¡duérmete apegado a mí! 

Hierbecita temblorosa 
asombrada de vivir, 
no te sueltes de mi pecho: 
¡duérmete apegado a mí! 

Yo que todo lo he perdido 
ahora tiemblo hasta al dormir. 
No resbales de mi brazo: 
¡duérmete apegado a mí!
Amira Arrieta McGregor


Amira Arrieta McGregor nació en Barranquilla en 1893. Se ha dicho que “de la Rosa” es romántico seudónimo. No es así. Fue por costumbre conservadora: “de la Rosa” era su esposo Reinaldo. Prosa, teatro y poesía de Amira se difundieron por toda América Latina. Señal Memoria conserva su voz por un programa especial realizado tras su muerte, en 1974. De allí, un mensaje a la abuela con más nietos del Colegio Amira de la Rosa en Barranquilla.

Sor Juana Inés de la Cruz


Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel Nepantla, 12 de noviembre de 1651 [2] - México, 17 de abril de 1695) fue una religiosa de la Orden de San Jerónimo y escritora novohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así como la prosa. Con muy temprana edad aprendió a leer y a escribir. Perteneció a la corte de Antonio de Toledo y Salazar, marqués de Mancera y 25 virrey novohispano. En 1669, por anhelo de conocimiento, ingresó a la vida monástica. Sus más importantes mecenas fueron los virreyes De Mancera, el arzobispo virrey Payo Enríquez de Rivera y los marqueses de la Laguna de Camero Viejo, virreyes también de la Nueva España, quienes publicaron los dos primeros tomos de sus obras en la España peninsular. Gracias a Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche, obispo de Yucatán, se conoce la obra que Sor Juana tenía inédita cuando fue condenada a destruir sus escritos. Él la publicó en España. Sor Juana murió a causa de una epidemia el 17 de abril de 1695.
Mi poema favorito de ella es “Detente sombra” por eso se los dejo aquí:


Detente, sombra de mi bien esquivo,

imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo,

sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho,

de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

Que tu forma fantástica ceñía,

poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

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